El domingo 22 de marzo nos sorprendió con la muerte inesperada de Juan José Sáenz, Mole para sus amigos y conocidos. Juanjo fue catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid. Formó parte de la generación de físicos teóricos de la materia condensada más brillante que ha conocido la ciencia en España. Juanjo fue un heredero del legado científico de Nicolás Cabrera con quién solía conversar durante el desarrollo de su tesis doctoral. Como profesor de la UAM, supo transmitir el entusiasmo por la física a muchos de sus estudiantes.

Juanjo formó parte del grupo de pioneros que desarrollaron las microscopías de efecto túnel y de fuerzas  durante los años 80. Posteriormente,  sus trabajos sobre el transporte de electrones en constricciones atómicas y de fotones en guías de onda ganaron el favor de los grupos experimentales por proporcionar explicaciones que facilitaron la comprensión de la nueva ciencia que emergía del mundo nanoscópico.

Juanjo es internacionalmente conocido por sus contribuciones en el campo de la nano-óptica. Sus trabajos sobre fuerzas ópticas desvelaron nuevos modos de manipulación de cuerpos nanométricos con luz que fueron de gran relevancia en el desarrollo de las pinzas ópticas. En esta línea, Juanjo desarrolló una fenomenología compleja para modelar la dispersión de campos ópticos en sistemas no periódicos necesaria para entender la respuesta óptica de materiales.

En el año 2015, Juanjo se mudó a San Sebastián junto a su inseparable compañera Mercedes para ejercer de Profesor de Investigación Ikerbasque en la Fundación Donostia International Physics Center. Sus trabajos más recientes destacan por la originalidad en el diseño de nuevos materiales ópticos desordenados altamente correlacionados, sistemas ópticos iluminados por campos electromagnéticos no convencionales, y en la comprensión de los mecanismos de dispersión de la luz en nanopartículas y nanohilos dieléctricos, metálicos o magneto-ópticos, lo que le permitió desvelar una rica fenomenología en nanofotonica.

Juanjo fue un apasionado de la física y amante de largas discusiones científicas en pizarra de tiza.  Los que le conocimos lo recordaremos por su generosidad para compartir ideas y conocimientos; por su disposición para afrontar el siguiente reto científico, y por su humildad. Su fallecimiento representa una gran pérdida para la física, para sus estudiantes, amigos y colegas, que de repente nos hemos visto privados de su humanidad y conocimientos. Sirva nuestro recuerdo más entrañable para ayudar a su familia a sobrellevar su pérdida. Descanse en paz.

Ricardo Garcia y Pedro A. Serena, Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid, CSIC

José I. Pascual, CIC nanoGune

Nuno de Sousa, Donostia International Physics Center